AMBATO, ECUADOR. El Éspoli, de plano, ya no funciona, tercer descalabro al hilo, y ayer al mediodía fue de 4-0 en favor del Macará, en el estadio del lugar, con lo que se acabó el sueño de ascender de esta escuadra que llegó a acumular siete encuentros sin perder, y ahora lleva tres fracasos y sin anotar, 3-0 ante el Fuerza Amarilla y Deportivo Olmedo, el primero de visita, el otro en casa, y ahora el 4-0, para diez goles en contra.

El conjunto del Éspoli tiene en sus filas a dos morelenses, como se informó desde su oportunidad, Guillermo Zagal Huerta en el caso de la preparación física y su hermano, Januario, en la cuestión psicológica, pero poco se puede hacer cuando se dan tantos movimientos en la plantilla, buscando rejuvenecerla, y se deben entender los cambios de los directivos, quizá pensando en el futuro, lo que se tiene que explicar para los que están al pendiente de la escuadra, que llegó a pensarse en la máxima categoría, pero se fueron algunos elementos para divisionales superiores y no se tenía a los remplazos en el instante preciso, lo que se pagó caro, sobre todo en estos tres encuentros, en los que se trabajó fuerte, pero no se tuvo la experiencia ni la calidad suficiente para hacerla crecer, por lo que se terminó por entregar los duelos, y recibir diez goles en tres cotejos es la muerte, sobre todo porque desalienta y se deja de luchar, y es lo que pasó desde la semana pasada, cuando se tuvieron dos encuentros, hubo baja de juego y expulsiones.

que se reflejaron en los cartones, y ya no habrá tiempo para reponer el camino, pero sí se puede trabajar para el futuro, es decir, incluir elementos que tengan cualidades y que se pueda pensar en ellos para el torneo que viene, empezando a recibir la oportunidad y así sentir la fuerza de este circuito para saber si se tienen espolones para gallo o si se tiene que esperar para que la responsabilidad se entregue hasta después, y es que si no se sabe trabajar con los elementos nuevos, se corre el riesgo de echar a perder a los que se consideran jugadores de talento, pero a lo que se debe esperar, llevar con calma para que cuajen, y es ahí en donde la preparación física cuenta, igual que la psicología, por eso son tan importantes los elementos morelenses, los hermanos Zagal Huerta, que sí saben de estos menesteres, y para eso los llevaron a este conjunto que tiene gran futuro.

En el encuentro, la verdad es que el escuadrón derrotado llegó entregado, y apenas se dio el primer tanto, y las cosas fueron sencillas para los dueños del terreno, quienes se llevaron el éxito a la buena, con un 4-0 que no deja ninguna duda sobre lo que sucedió en el terreno, en donde hasta pudo ser más severo el castigo, porque así se presentaron las cosas a lo largo de los 90 minutos, donde el Macará se vio enorme, con los espacios a su merced y ante un cuadro visitante perdido, desconocido, tomando en cuenta que en algunas jornadas llegó a pensarse como de los favoritos para coronarse, pero, las dos derrotas de la semana pasada, sobre todo la primera, ante el Fuerza Amarilla, al que se le visitó y se dio el 3-0, terminaron por ser fundamentales y ahí se escribió el destino.

El siguiente encuentro del cuadro del Éspoli será el sábado frente al Deportivo Quevedo, a las 15 horas, en donde se tiene que buscar la victoria, porque si bien es cierto que no se puede continuar con la intención de ascender, sí se tiene que salir a hacer las cosas lo mejor posible, hasta por dignidad, porque a nadie le gusta acumular sólo derrotas, sino goleadas y sin que haya respuesta, es decir, quedar en blanco, y van tres, en una racha fatal y que acabó con cualquier posibilidad que se tuviera de ascender.

Por lo pronto, a trabajar en la semana con toda entrega, y es que se debe responder ante los entrenadores que le están dando confianza a los jóvenes, incluyendo un guardameta de 17 años, con talento, pero sin experiencia, además de que es necesario trabajar con sus defensores para que haya entendimiento, y. en esta oportunidad no la hubo, se falla y se entiende, pero sí hay cualidades, así que se tiene que hacer una labor con gran paciencia porque hay talento, y si se cuaja, con el portero y otros elementos, es un hecho que para el siguiente torneo habrá más bases para llegar al ascenso al circuito superior.

Por Ignacio Cortés Morales