1.- En el Instituto Estatal del Deporte, con motivo de la carrera de las Bugambilias o algo similar, lo que nunca, hasta se trabajó los domingos para decir que se deslindaban del evento, el cual, por cierto, salió para llorar, sin vigilancia, sin puestos de control, sin real conocimiento de la ruta, sin premiación, sin nada, pero se han dado otros certámenes, los cuales salen a pedir de boca y ahí están las autoridades del deporte para la junta previa y tomarse la fotografía, cuando que no aportan absolutamente nada, pero como resultan bien las cosas, no se deslindan y dejan la especie de que también jugaron en la misma escuadra.

El Instituto también está para regular y evitar que se hagan eventos como el mencionado, sin embargo, no se hizo, sino hasta que se vio que era para llorar y que vinieron los reclamos, y se dio un paso de costado, cuando que se debió enfrentar a los organizadores y exigir que cumplieran con lo prometido; es más, desde que se enteraron del certamen, las autoridades del deporte en Morelos debieron asegurarse que todo iba por buen camino o denunciar los hechos. Esperar hasta el final es dejar la idea de que juegan pero si salen bien las cosas, de lo contrario, se deslindan, se hacen a un lado y los deportistas son las víctimas, como siempre.

Es más, hoy mismo se anunciará torneo de fútbol de calle; quien convoca a los periodistas es la autoridad del deporte, no vaya siendo que si salen mal, y hasta en domingo envían la aclaración.

2.- El Galeana reaparece en el panorama del fútbol profesional, después de que se facilitaron los derechos a Julio Espín Navarrete, para que se diera vida a los Alacranes del Puente de Ixtla, también en la tercera división, y si se está de vuelta, es para hacer las cosas bien, para imponer condiciones, cuando mucho, en el segundo año de su reaparición, y con ello se volverán a aglutinar los seguidores que llegó a reunir, siendo más de los que contó el que entonces se hizo llamar Zacatepec, en la liga de ascenso, porque, en definitiva, los verdes tenían la liga con el gobernador, Graco Ramírez, mientras que los azules eran más del pueblo, de la comunidad, del barrio, de un lado los millonarios, del otro los humildes, y, al final del cuento, fueron los humildes, los proletarios, los que se quedaron en el circuito y los millonarios los que se fueron a la segunda división nacional de la categorías premier, en donde se milita con el nombre de Athlétic Club Morelos que ha tenido mejores números que los verdes, aunque ninguno de los dos escuadrones de Víctor Sánchez Ayala, han calificado a las finales, y todo por rodarse de mediocres en este terreno, pero él parece no advertirlo, y es que si llama a los que saben, van a exigir que se compren jugadores de nivel y que se tenga un timonel de gran talento, como Enrique López arza, y no Carlos Gutiérrez Barriga, que no va a crecer, no tiene nivel, ni compromiso, ni talento, ni nada que se parezca, pero es amigo de Vic que sí sabe fallar, y todo por pichicato, por dar dos pesos para la adquisición de equiperos y por ello sólo puede hacerse de elementos de ese nivel, y ya tiene un descenso.

3.- Ricardo Vargas Jacobo ya está en los Olímpicos en la distancia de los mil 500 metros, lo que di a conocer ayer, conquistando el bronce, marca mexicana, y ahora se suma al otro morelense, Long Yuan Gutiérrez, pero éste va en los cien metros mariposa, además de Liliana Ibáñez que estará en los 50 metros libres, por lo que dos de los tres que van a Río de Janeiro, son tlahuicas, lo que no es fácil de lograr, pero no se debe a las autoridades del deporte local.

4.- Hay visorías por todos lados, pero en el caso del cuadro que se hace llamar Zacatepec, ¿qué pasará si el conjunto se traspasa porque Víctor Sánchez está hasta el gorro de los fracasos de él y de los suyos?, ¿a dónde irán estos jóvenes?, por lo que mejor sería que se pensara antes de acudir, no sea que terminen perdiendo su tiempo; aunque pudiera ser que Víctor ahora quiera que el equipo se internacionalice. Dinero para ello, lo tiene y de sobra.

Por Ignacio Cortés Morales