XOCHITEPEC, MOR.- El Báxter sigue invicto en el certamen de la cuarta división y se registró igualada sin anotaciones con el Cantera Coca, en el estadio de la unidad deportiva Mariano Matamoros de esta localidad, y por la vía de los penales se dejó escapar el punto extra, con el 5-4, en un duelo sumamente cerrado, en el que los dos escuadrones lucharon hasta el cansancio por encontrar la victoria, pero se terminó por repartir las utilidades, y los filiales del América cargaron con el extra, con lo que los dueños del terreno llegaron a 29 guarismos y siguen enfilando a las finales del circuito.

El Báxter es conducido por Gregorio Yáñez Pineda, mientras que el Cantera Coca está siendo trabajado por el Coca González, quien fuera el entrenador del Galicia de Cuernavaca en la tercera división, y después se dedicó a buscar talentos para las Águilas del América, y ahora trabaja con esta cuarta división, en donde se está haciendo un buen papel, y el conjunto morelense pasó serios aprietos para salir con una igualada sin anotaciones, lo que no es lo mejor, pero la verdad es que la visita no dejó de hacer su trabajo y mereció que se llegara al final con este resultado, y en los penales se dio la victoria de los fuereños por 5-4, dado que se tuvo mayor puntería que los de la localia.

Yáñez Pineda se encuentra en un buen momento de su carrera, trabajando con niños y con jóvenes, con algunos se tiene el conjunto de la cuarta división, y otros va fueron conectados con escuadrones de una divisional superior, lo que habla de una labor por demás interesante y que le está dando frutos, lo que se debe al empeño que tiene, y recientemente estuvo en el festival de calaveras en la escuela primaria Miguel Hidalgo de Jiutepec, en donde se llevó una de las ovaciones más importantes del día, lo que habla de que se le reconoce lo que hace, y es que varios de sus jugadores fueron y son alumnos del mencionado plantel, en donde no sólo se atiende la cuestión académica, sino que también está la cuestión deportiva y que también ha rendido buenos frutos.

Por Ignacio Cortés Morales