CHILPANCINGO, GRO. El Tlayacapan venció 4-2, por la vía de los penales a los Vikingos de Chalco, en unidad deportiva de esta ciudad, después de la igualada a uno, con lo que se colocó en el liderato del grupo seis con 51 puntos, mientras que sus rivales en turno se quedaron en 50, después de 22 confrontaciones, dentro del campeonato de la tercera división, restando ocho jornadas para el final de la contienda en la etapa regular.

El cuadro de Tlayacapan fue sacado de Zacatepec, los directivos de la Promotora Deportiva prácticamente la hicieron a un lado para dar preferencia a la escuadra de la segunda división nacional de la categoría de los nuevos talentos, y resulta que está dando excelentes resultados, está ya en el liderato del grupo seis y es un hecho que estará en la liguilla por el título, mientras que las huestes de Mario Hernández Calderón dan bandazos, y en la discriminación, los aficionados de Tlayacapan salen ganando.

El conjunto de Tlayacapan se enfrentó al líder de la competencia y en su territorio, y en la primera vuelta, en casa, se perdió, por lo que había pocas posibilidades de salir adelante, sin embargo, los pupilos de Marco Antonio Pimentel fueron al frente y lograron empatar a uno en los 90 minutos, y en los penales se conquistó el punto extra para estar al frente de la competencia, con la ventaja de que el encuentro que se avecina será en casa, frente al Texcoco que, aunque peligroso, la verdad es que no debe ser para meterse debajo de la cama al pronunciar su nombre, sino que se le debe vencer y con ello seguir en el liderato, porque los Vikingos no tendrán dificultades para salir adelante sobre los Tamarinderos del Iguala, ni aunque estén éstos en casa, y la goleada se debe imponer, y si los del Tlayacapan pierden un punto, caerán al segundo lugar de la justa en el grupo referido, y después de tanto batallar para ser líderes y sólo estar en la cima por espacio de una jornada, no es para enorgullecerse, sino que se tiene que trabajar para que se mantenga hasta el final de la competencia, en su etapa regular.

Por Ignacio Cortés Morales