JIUTEPEC. En distintos puntos de la entidad, hoy se tendrán desfiles deportivos, en donde los principales contingentes serán los escolares, en donde la participación será numerosa, lo mismo en Cuernavaca que en Jiutepec, en Cuautla y en casi todas las cabeceras municipales, cuando que quizá lo mejor es que fueran los clubes, pero como en los municipios el respaldo que se da al deporte y a los deportistas es casi nulo, por lo que no se tiene más que recurrir a las escuelas para que se tenga una participación mucho mayor, y los profesores, como siempre, están dispuestos a participar en esta clase de eventos por las principales calles de las ciudades.

Una de las escuelas que tendrá concurso será la Miguel Hidalgo de Jiutepec, en donde se tiene un trabajo de mosaicos, con pelotas de los tres colores y los tradicionales revolucionarios y las adelitas, en donde se contó con el concurso de los padres de familia que están dispuestos a respaldar a maestros y alumnos xde estedbplantel, que es de los más prestigiados en el municipio, no sólo en lo académico, sino en lo deportivo y en lo social y artístico, acaba de pasar su evento anual de calaveras, el cuatro de noviembre, en las instalaciones del plantel, y dos días después, en el Centenario, el certamen deportivo, la Olimpiada, y ahora el desfile del 20 de noviembre.

Desfile del 20 de noviembre de 1982

El 20 de noviembre de 1982 se llevó a cabo el desfile más recordado de los últimos años, cuando los beisbolistas, comandados por el oaxaqueño Francisco Olivo López, marcharon por las principales calles de la ciudad de Cuernavaca para exigir respaldo al deporte morelense, siendo gobernador Lauro Ortega Martínez, quien, el 14 de diciembre de ese mismo año, puso en funcionamiento la Dirección del Deporte, a cargo de Pablo Rubén Villalobos Hernández, quedando en segundo término, Leopoldo Salgado Cárdenas, quien era el titular del deporte hasta el 13 de diciembre, un día antes de que ingresara Villalobos Hernández, quien después sería movido por Pepe Gutiérrez, durante el resto del sexenio de Ortega Martínez.

Por Ignacio Cortés Morales