TLAYACAPAN. No será un duelo sencillo el que sostenga frente a los Delfines de Acapulco el conjunto de Tlayacapan, en la jornada sabatina de la tercera división, en el puerto guerrerense, en la unidad deportiva Hugo Sánchez, pero es obligado el triunfo para continuar con posibilidades de ir a las finales del circuito, y en su calidad del mejor en la etapa regular, lo que es factible, dado que los líderes, los Vikingos de Chalco, van contra dos rivales peligrosos en las dos siguientes salidas, se visitará al Texcoco y luego se regresa a casa frente al Sep Puebla, por lo que, las cosas se ven difíciles, y si los de Tlayacapan ganan, se pondrán en los cuernos de la luna, con todo merecimiento, por el trabajo que han emprendido en el presente torneo, pese a ser el cuadro no querido por los integrantes de la Promotora, porque si lo quisieran se lo hubieran quedado y el que se debió ir es el de la segunda división nacional de la categoría de los nuevos talentos.

El conjunto de Tlayacapan se encuentra en el segundo lugar del grupo seis de tercera división, con 25 participaciones en su haber, de las cuales son 14 triunfos, ocho igualadas y tres descalabros, con 48 goles a favor por 16 en contra, para una diferencia positiva de 32, para 46 unidades, de las cuales son seis por la vía de los penales, los seis primeros que se tuvieron por esta vía, y en los dos recientes las cosas no se dieron, vino el nerviosismo y se fracasó, pero el conjunto está listo para cosas grandes, y se va ante los Delfines de Acapulco, en un duelo que no será nada sencillo, pues será en calidad de visitante, y ante un cuadro que va de lo sublime a lo ridículo, que no tiene nada que perder ya, pero eso le vuelve peligroso, porque, lejos de la presión, cualquier cosa se da.

El conjunto de los Delfines de Acapulco se encuentra en la posición diez, y sabe que es el último llamado para estar en las finales, por lo que, en el territorio que conoce y con el respaldo de sus aficionados, va a pelear a lo largo y ancho del espacio, y con la intención de ganar para llegar a los 46 unidades, y aunque se ve lejano el pasaporte, por lo menos se va a intentar, y si se pierde en la jornada sabatina, a las 15 horas, todo se va a la basura, ya sin necesidad de pelearlo, así que se va a luchar hasta el final por el éxito.

Los Delfines están en el lugar diez de la agrupación seis, con 25 confrontaciones en si haber, de las cuales se tienen 12 triunfos, cinco igualadas y ocho descalabros, con 39 goles a favor por 32 en contra, para una diferencia positiva de siete en este terreno, para 43 unidades, de las cuales dos fueron alcanzadas por la vía de los penales, y para este sábado se tiene la gran oportunidad de volar, lo que pasa es que no tiene alas, no hay la menor capacidad para hacer frente al escuadrón del Tlayacapan que es de lo destacado del circuito, y es uno de los candidatos para finalizar entre los 16 más trascendentes del evento de la tercera división, para lo cual se quiere cerrar a todo vapor, y ganar en esta partida es vital para sus aspiraciones, pero se sabe que no será fácil, por lo que se va a ir con todo cuidado y respeto sobre el rival que está ante la gran oportunidad de ganar a un grande, hacerlo desatinar y que pierda el paso, por lo que el duelo se tiene por agradable.

El conjunto de Tlayacapan viene de vencer sin dificultades al cuadro de Chimbombos de Cintalapa 7-0, aprovechando la debilidad del rival y que la partida fue en casa, y que se está en condiciones para alcanzar goleadas siempre que se enfrente a rivales de esta debilidad, pero el juego quedó atrás y ahora no hay otra que pensar en los Delfines, a los que se debe encarar con seriedad y pensando en que son rivales que irán por los puntos.

De su lado, los guerrerenses vienen de ser goleados sin piedad al son de 5-0 en unidad deportiva Vicente Guerrero de la capital guerrerense por los Avispones de Chilpancingo en un duelo en el que no quedó nada de los acapulqueños que regresaron a casa llenos de cuero, pero eso fue un duelo que ya pasó y ahora se estará en casa, en donde todo va a ser distinto.

Por Ignacio Cortés Morales