CUERNAVACA. El seleccionado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se coronó en la Copa Unión, al golear 7-4 al Deportivo Perra Brava, en la cancha del Encanto de esta ciudad, con un primer tiempo de 5-2, con cuatro de Jorge Pastrana, dos de Antonio Carlos y uno de Antonio Mata, en una demostración de que se supo trabajar a la perfección, bajo la batuta de Jorge Shaffino, quien pudo dar el grito a tiempo, porque el rival se llegó a acercar 5-4 en los primeros minutos del periodo complementario, pero se tomó distancia

El conjunto del ISSSTE fue mejor, lo demostró, y en el primer tiempo se fue adelante con la facilidad que da la calidad de sus elementos para resolver dentro del área, de ser los que mandan, con la experiencia en sus filas, con la facilidad para ir al frente, con la fuerza para cambiar el peligro en puerta propia para lanzarlo a la del rival, por lo que se dio el 5-2 en el final del primer tiempo, con lo que se llegó a descanso y se quedó listo para el asalto final en el complemento, pero el rival estaba con similar intención, porque no se daba por vencido, sabía que eran tres goles de diferencia, pero en el llano, es poco.

Y así fue, en el segundo periodo los de la Perra Brava saltaron al terreno en busca de goles y los lograron, el tercero y el cuarto, para que los cartones se colocaran en 5-4, y fue entonces cuando el entrenador, Jorge Shaffino metió mano a sus fierros, como queriendo ganar, y lo hizo, los del ISSSTE tomaron distancia con el sexto de la tarde.

Ya con el 6-4, como que las cosas empezaron a caminar por la vereda que convenía a los ahora campeones, y se hicieron de un gol más, del séptimo, para que, con el 7-4, se viera el final de la partida, cuando ya se tenía asegurada la corona, y así fue, el nazareno no tuvo más remedio que pitar el final a los 90 minutos y con ello la alegría en el cuadro del Instituto, en donde se alcanzó una corona con merecimiento, con un 7-4 que no deja dudas sobre lo que sucedió a lo largo y ancho del terreno, en los 90 minutos del duelo.

Por Ignacio Cortés Morales