MÉXICO, DF.- El Zona Cañera se coronó en el certamen Copa Leyendas XIX, en el estadio Azteca, al pasar sobre los Rojinegros del Atlas 2-1, 3-2 al seleccionado de Ixtapalapa y 2-0 a Lobos, con tres triunfos sin derrota, con siete goles a favor por tres en contra, en una demostración de capacidad tanto física como mental, con un excelente trabajo táctico y manejo de los jugadores, dictado por José Antonio Duarte Garduño y René Morales, como responsables de la dirección técnica, par de jóvenes que no pasan de los 30 años y que se entregan a su trabajo, por lo que los resultados que se tienen son notables, como el de esta ocasión, en donde se lleva una victoria nacional a casa.

Jugadores

Entre los jugadores más destacados se cuenta a Luis Javier Cabrera López, quien es portero y zaguero, y en esta ocasión sólo jugó en calidad de defensa, y también se debe hacer notar el esfuerzo de Adolfo, Panita, Luka, Chamu y Mota, quienes se entregaron, al igual que sus demás compañeros, en un trabajo de grupo en el que todos jalan parejo, con la misma intensidad y a la misma dirección, por lo que los resultados empiezan a llegar y se deja constancia de que en la región se cuenta con excelentes elementos, sin embargo, para el profesionalismo los quieren ya armados, con talento, con experiencia, que se presenten a ofrecerse y que cobren poco o nada, por lo que muchos tienen que emigrar en busca de oportunidades porque aquí no las encuentran por más que las busquen.

Apoyo de los papás

Son los papás los que aportan los recursos para que este escuadrón salga adelante, lo que es una historia de siempre, las autoridades nunca aparecen, los clubes deportivos, tampoco, todo es esfuerzo personal y/o familiar lo que es la costumbre en Morelos, en donde los funcionarios citan al deporte pero sólo en los discursos y en las promesas, es raro el caso en el que se respalda estando en el poder, t cuando se llega a hacer, es porque se trata de amigos, no por méritos o porque se ve al trabajo. Esta vez los papás también tienen el mérito de estar cerca de sus hijos y parte de la corona es para ellos.

Por Ignacio Cortés Morales