PACHUCA, HGO.- El Báxter incontenible, venció al Alto Rendimiento Tuzo 3-1, con goles de Marco Espinosa en un par de ocasiones, y uno de Óscar Martínez, con primer tiempo de 2-0, para que en el segundo los rivales se acercaran 2-1, y al final el 3-1 para llegar a 47 unidades, cuando queda sólo un duelo para terminar la primera vuelta del torneo de la cuarta divisional, para continuar al frente del circuito y con la etiqueta de invicto a los largo de 16 confrontaciones de este circuito, en una campaña gigantesca.

El conjunto morelense llegó al partido con la intención de salir con banderas al aire y con la fuerza suficiente para lograrlo, puesto que cuenta con los elementos indicados para lograrlo, pero el rival le incomodó, al estar en su terreno, en las canchas de la Universidad del Fútbol de la Bella Airosa, pero las huestes de Gregorio Yáñez Pineda no se inmutaron y se fueron al frente en busca de goles, y los lograron, uno tras otro en el primer tiempo para el 2-0, lo que dio tranquilidad, y en el segundo las cosas no fueron del todo correctas en el arranque, tanto que vino el acercamiento en el tanteador, el 2-1, con lo que se pensó que se tendrían dificultades, pero desde el banquillo el entrenador se hizo sentir, hizo movimientos y llegó el tercer tanto, con lo que se cerró la cuenta en buena hora, para asegurar una victoria importante, porque fue de visitante y frente a uno de los escuadrones más fuertes del circuito, lo que hace pensar que se tienen posibilidades reales de ascender a la tercera división, como lo hicieron los Artilleros del Cuautla en el torneo pasado, y ya se encuentran participando en ese circuito ahora.

Báxter sigue triunfando, 8-2 al Espartano

XOCHITEPEC, MOR.- El seleccionado de Báxter goleó 8-2 al Espartano, en estadio del lugar, con primer lapso 5-1; los morelense llegaron a estar 4-0 cuando cayó el primero de la visita que, en el complemento, hicieron su segundo tanto cuando se tenían los cartones 7-1 para 7-2 y luego el 8-2 definitivo; 4 Raúl Ocampo, 3 Fernando Gómez y 1 Diego Recillas.

Por Ignacio Cortés Morales