CUAUTLA, MOR.- Increíble, pero cierto, cuando se pensaba que los Arroceros del Cuautla golearían a los Zorros de Universidad Michoacana, se dio la igualada a uno, en el estadio de unidad deportiva de la heroica, en cotejo de balompié de la segunda división nacional de la categoría de los nuevos talentos, en un duelo en el que los locales se confiaron y aquella escuadra que sólo acumulada goles en contra y derrotas, terminó por llevarse una unidad, lo que es lamentable para la escuadra local que llevaba tres triunfos en su terruño, en igual número de oportunidades, pero se fracasó y ahora se está fuera de la zona de calificación, después de seis confrontaciones resueltas en este certamen de apertura, en donde se llegó a dos igualadas a uno consecutivas, el domingo pasado frente a los Toros del Atlético Celaya, en territorio guanajuatense.

En aquella ocasión se pensó que se debía a que se estaba en cancha extraña, que el rival había salido adelante, pero frente a los Zorros michoacanos, se llegó a pensar que con poco se podría alcanzar el triunfo, pero, a la hora de la verdad, no se funcionó y los visitantes terminaron con un punto en las alforjas con destino al territorio purépecha.

Fatal la escuadra de los Arroceros que desperdiciaron la oportunidad de hacerse de dos puntos más y sólo se quedaron con una, y de la serie de diez puntos que se tenían al alcance de la mano, sólo se agenciaron cinco, y es que se ganó a las Garzas de Universidad Autónoma de Hidalgo 4-0, pero después se igualó a uno con los Toros del Atlético Celaya, allá, y aquí se dio el 1-1 con los Zorros, así que se dejaron ir tres unidades en Guanajuato, y en Morelos dos, y esos cinco puntos van a hacer mucha falta, porque ahora vienen los rivales complejos, y con la cruda morales de que no se respondió ante los suyos, en la medida de lo necesario, por lo que se fracasó, y es lamentable para su causa, precisamente cuando se pensaba que se estará en el despegue del conjunto hacia las alturas, pero nada, mediocridad es lo que se vio a lo largo de los 90 minutos, con todo y que el rival no dejó de pelear, pero es lo único que pudo imponer, no tenía más, y resulta que con ello fue suficiente para salir con empate.

Los Zorros llegaron al estadio cuautlense con 26 goles en contra en seis confrontaciones, más de cuatro por cotejo, pero, a la hora de la verdad, se cerraron los espacios y apenas se recibió un gol, pobre cosecha para lo que se esperaba en este conjunto cuautlense que estaba listo para tomar los tres puntos, y sin necesidad de emplearse a fondo, pero la triste realidad fue que se dio el reparto de utilidades, una para cada bando, y por poco, con un poco de mala suerte, hasta se entrega lo invicto en casa.

El domingo a las 12 horas se visitará al Satélites que se encuentra en el tercer lugar, y si se quiere recuperar un poco el terreno perdido, se va a tener que trabajar en serio y salir con banderas al aire, con todo y que el rival estará en su territorio y es de los que se encuentran en mejores posiciones dentro de la tabla de posiciones, y si se pierde, entonces habrá que esperar la caída estrepitosa de unos arroceros que empezaron a tambor batiente, una salida de caballo brioso, y poco a poco se va quedando sin nada qué aportar a sus aficionados, quienes les tuvieron confianza, pero, a la hora de la verdad, los chamacos no están respondiendo en la medida de lo necesario y todavía falta lo peor dentro del circuito de la segunda división nacional, en la categoría de los nuevos talentos, dentro de la temporada de apertura, y ya se está a la mitad del evento.

El regreso no será nada cómodo, porque dentro de 15 días se va a recibir a los Lobos Prepa de Puebla que es uno de los escuadrones con más dosis mortales que una cascabel, dado que sus elementos son rápidos, cuentan con talento suficiente como para imponerse, por lo que, en los dos cotejos que están por venir, los cuautlenses están en serio peligro, pero si se ganan seis puntos, sin duda que ese habrá recuperado el terreno perdido, pero si se pierden los dos, entonces, se estará acudiendo al funeral anticipado de la escuadra que llegó a estar en la primera división nacional alguna vez.

Por Ignacio Cortés Morales