MÉXICO, DF.- El último silbante surgido del Colegio de Árbitros Profesionales de Morelos, César Arturo Ramos Palazuelos, estará en la final del certamen de Copa Mx entre los panzas Verdes del León y las Chivas Rayadas del Guadalajara, en el estadio Campo Nuevo de León, hoy, 21 horas, siendo el nazareno central Jorge Isaac Rojas Castillo, y los auxiliares serán Alberto Morín Méndez y el dos Marven César Torrentera Tivera, y el asesor el uruguayo, Edgardo Enrique Codesal Méndez, esperándose un buen trabajo de todos y que los equipos salgan a hacer el mejor de sus esfuerzos en busca del título de un evento que, definitivamente, dista mucho de ser atractivo, porque los escuadrones, ni los de la liga de ascenso y menos los de la divisional superior, lo toman con seriedad y envían a sus equiperos reservistas a los cotejos, sobre todo en las primeras partidas.

César Arturo fue el último de los silbantes que surgieron de la delegación de árbitros profesionbales, dado que el trabajo que realizó Francisco Alva Meraz, a lo largo de muchos años, en unos cuantos meses lo tiró a la basura el neoperredista, Jorge Arizmendi García, quien no hizo otra cosa que promoverse, en lugar de respaldar a los snazarenos morelenses, quienes han demostrado que tienen un gran talento, pero si no hay apoyo de las altas esferas, es un hecho que no se puede funcionar ni se puede ir al progreso, y ya cuando Alfonso de Jesús Alcalá Pineda recibió los bárturlos, prácticamente le entregaron un cadáver, al que no se le podía hacer ya nada más que enterrarlo, acabando con una época grande, y el responsable fue el ex diputado local.

Entradas en la liga de ascenso

MÉXICO, DF.- Se dieron a conocer oficialmente las entradas que se registraron en la jornada 13 del certamen de balompié de la liga de asdcenso, y la peor se dio en el juego en el que el cuadro que se hace llamar Zacatepec visitó a los Correcaminos, en el Marte Rodolfo Gómez, como respuesta a la pésima temporada de los dos escuadrones, dado que los verdes están con 13 unidades en el lugar 13 de la clasificación general, y los norteños en el 14 con 12, ambos ya sin posibilidades de calificar a las finales del evento de apertura, lo que deja ver que las directivas no hacen bien las cosas, en el caso del conjunto de la Zeta, Víctor Sánchez nunca lo ha hecho bien, tan es así que ya van nueve torneos de fracasos, en donde se cuenta hasta un descenso a la segunda división premier.

La mejor entrada se dio en el cotejo entre los Toros del Atlético Celaya y los Guerreros de Ciudad Juárez, en el Miguel Alemán, con siete mil 100 aficionados, y la peor fue entre los Correcaminos y el que se hace llamar Zacatepec, con mil 58, seguido del Coras-Alebrijes de Oaxaca con mil 289, y enseguida el de Cimarrones de Sonora-Venados de Mérida con mil 985, en el estadio Héctor Espino, para un total de 26 mil 405, lo que habla de esta diviwsional empieza a ser relegada en el gusto popular, y esz que el nivel es francamente bajo, sobre todo en la presente temporada, y tan es así que ninguno de los escuadrones tiene el promedio de productividad de dos unidades por encuentro, los mejores son Lobos Buap, Alebrijes de Oaxaca y los Guerreros de Ciudad Juárez con 25 en 13 confrontaciones, y ya luego los Mineros de Zacatecas con 21, con 20 los Leones Negros de Universidad de Guadalajara y los hidrorrayos necaxistas; y los Potros de Hierro del Atlante están en el lugar siete con 19 y menos del 50 por ciento de unidades agenciadas, y hay cuatro de 16, es decir, la cuarta parte de los participantes, que apenas están con una unidad por encuentro o menos, siendo los verdes con 13, Correcaminos y los Venados de Mérida con 12 y los Cimarrones de Sonora con ocho.

Así las cosas, la situación que se vive en la luga de ascenso no es la mejor, sin dejar de ver que el arbitraje es pobre, y los nazarenos se dejan faltar el respeto con mucha facilidad por los jugadores, además de que hay acciones que dejan ver la posibilidad de ser localistas, para nno meterse en dificultades, y se van por la sencilla, por la fácil, y así no se puede crecer lo suficiente como para pensar en la primera, más que por trámite.

Por Ignacio Cortés Morales