Puebla, Puebla- La escuadra licántropa no desaparecerá del fútbol mexicano a pesar de la venta de la franquicia de Lobos Buap a Ciudad Juárez, ya que sobrevivirá con su equipo de Tercera División.

Lo anterior, porque la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es dueña del equipo que está en esa categoría, a diferencia del que está en el Máximo Circuito y el cual tuvo que ceder desde el año pasado al empresario Mario Mendivil, quien administró al equipo a través de un Patronato con su empresa Garden Teas.

A la institución educativa también le pertenece el CEFOR (Centro de Formación Lobos BUAP), el cual se creó desde 2015 y en el cual la universidad tiene a su semillero de jugadores trabajándolos en formato de fuerzas básicas, para nutrir a su equipo de tercera y mantener al fútbol como parte de la identidad en la Benemérita Universidad.

Sin embargo, la mala noticia con la venta de Lobos al FC Juárez será para el equipo femenil del conjunto licántropo, ya que al estar incluído en la franquicia del conjunto de Primera División, será parte de la mudanza al equipo fronterizo, por lo que la universidad poblana ya no tendrá representación femenil.

Misma situación sucederá con la Sub-17 y Sub-20 de Lobos BUAP, que también van en paquete junto con el equipo femenil en la franquicia de primera división, por lo que al ser propiedad de Mario Mendivil, irán incluídas en la negociación con los Bravos de Juárez, de la cual es dueña la empresaria Alejandra de la Vega.

Inclusive, el propio rector de la Universidad, Alfonso Esparza, reconoció este sábado dicha situación en un programa local de radio en Puebla, al tiempo de que con el paso de las horas se resuelva la transacción.

A más tardar el lunes a las 00:00 horas se consume la negociación para mudar a Lobos, por la cual la universidad tendrá que recibir un pago de 90 millones de pesos, al ser dueño de la marca Club Lobos BUAP A.C. y toda vez que se firmó un documento ante la FMF, donde el empresario Mendivil se comprometió a desembolsar dicha cantidad si efectuaba la venta de la franquicia.

Por Geraldine Chávez