ZACATEPEC, MOR.- Será necesaria vigilancia especial para el partido entre el Selva Cañera y los Arroceros del Cuautla, porque se habla de que no será nada cordial la bienvenida que se les dará a los visitantes; en definitiva, no en los mejores términos, lo que tendrá que ser cuidado por la autoridad local, con la finalidad de evitar que se vayan a presentar enfrentamientos, dentro y fuera de la cancha, lo que no sería la primer vez que se da un caso así, teniendo como contrincantes a estos tradicionales escuadrones.

Debe recordarse que en el estadio Mariano Matamoros de Xochitepec, el presidente municipal de Cuautla, Jesús González Otero, fue agredido, y el encuentro se tuvo que suspender un momento debido a que la afición cuautlense prácticamente fue arrojada a la cancha por seguidores del conjunto verde, sin que se supiera de alguna sanción para el club local que quizá hubiera ocasionado el veto de la plaza por no tener la seguridad indicada y por la interrupción del cotejo, poniéndose la integridad física de varias personas, tanto de los jugadores como de los simpatizantes de los escuadrones.

En esta ocasión, de acuerdo a lo que se lee en las redes sociales, los aficionados del conjunto de la Selva Cañera tuvieron que aguantar un par de horas para tener la seguridad de que no serían agredidos por sus pares de los Arroceros del Cuautla, porque las cosas estaban sumamente calientes al final de la partida que dejó como resultado el triunfo de los verdes sobre los cuautlenses al son de 2-1, en el juego de ida de los cuartos de final del certamen de clausura de la segunda división nacional de la categoría de los nuevos talentos, en el estadio de la unidad deportiva Isidro Gil Tapia de Cuautla.

Ante esta situación y los antecedentes que se tienen en torno a este encuentro, recae en las autoridades de Zacatepec la integridad física de los visitantes, tanto los futbolistas como los aficionados de los Arroceros, porque, si bien es cierto que en la Heroica los segudores del Selva Cañera tuvieron que esperar para estar a salvo, no se sabe de que se haya presentado alguna agresión física, por lo que en esta oportunidad se puede tomar revancha y ahora sí con alguna situación que pase a mayores, sobre todo porque uno de los dos quedará al margen de la competencia, y todo hace suponer que serán los cuautlenses los que queden al margen, por lo que pudieran venir las burlas y con ello desatarse la campal, no sólo dentro del estadio, sino fuera, recordándose que ya en la liga de ascenso se presentaron incidentes cuando jugó el cuadro que se hizo llamar Zacatepec, el primero fue en el encuentro en el que se igualó a uno con los Coras de Tepic, y después hubo otro, en donde se habló de hechos de sangre, así que ahora se pudiera dar una situación similar o peor, dado que hay una larga tradición de agravios hacia los cuautlenses, o, al menos, así lo sienten en aquella ciudad que no ha recibido el trato que merece de parte de las autoridades, y en esta administración ha sido peor, al menos en el terreno deportivo, como que el gobernador perredista le construyó estadio a la población de Zacatepec, y para la cuautlense no se ha opuesto ni una piedra, las remodelaciones corrieron a cargo de las autoridades municipales, pero no se ha recibido el respaldo vigoroso del tabasqueño, Graco Luis Ramírez Garrido, además de que es cierto que si hay respaldo, no es para el escuadrón de los arroceros y sí para los verdes.

Todo esto se sabe en la ciudad cuautlense, se sabe en toda la entidad la preferencia para los conjuntos que tienen su sede en Zacatepec, lo que no ha traído precisamente todas las simpatías, sino que se ha dado el rechazo, y la autoridad estatal no se ha ocupado de ser imparcial, sino que, ha hecho que esta brecha continúe, y ante los enfrentamientos de corte deportivo, suele despertarse la pasión que puede acarrear trifulcas si no se tiene el cuidado suficiente por parte de la autoridad local y estatal, sobre todo ahora que está avisada, por lo que no puede ser sorprendida, y la policía no puede llegar a tratar con la punta del zapato a los visitantes, porque va a ocasionar que se presenten acciones que se salgan de control, y lo que iniciará como una diversión puede finalizar con saldo terrible.

Ignacio Cortés Morales