Los verdes deben salir con la victoria tras mejores argumentos

ZACATEPEC. El Selva Cañera no debe tener ninguna dificultad para salir con banderas al aire en el juego dominical frente al Deportivo Nuevo Chimalhuacán, a las 15 horas, en el estadio del ingenio, en cotejo de la jornada dos del campeonato de fútbol de la segunda división nacional de la categoría de los nuevos talentos, en duelo en el que se tiene que dar la goleada en favor de los dueños del terreno, puesto que son superiores en todos los terrenos, por lo que ya se le deben contar los tres puntos que se tendrán en disputa, con lo que se le pondrá el número a la casa, tomando en cuenta que es un resultado esperado, y la única incógnita es sobre el número de goles que se darán.

El conjunto del Nuevo Chimalhuacán está tan mal que, en la jornada inaugural, y en su territorio, con todo el trabajo del mundo apenas igualó a dos tantos y ganó por la vía de los penales, 5-3, para hacerse de dos de los tres puntos en disputa, siendo los goles de Luis Alfonso Lugo Cano al tres y autogol de Juan Leonardo Ávalos Vargas al 69, por los locales, y por los visitantes, Jesús Antonio Castillo Jiménez al 18 y al 81, Christian Sotomayor Luque, con arbitraje de Brian Omar González Vélez, con tres tarjetas de amonestación, dos de ellas para los dueños del terreno y una para los visitantes, William David Herrera Peña, para terminar, al minuto 92, y bien pudo ser por retardar la acción.

De su lado, la escuadra de la Selva Cañera perdió 2-0 con la escuadra de los arroceros del Cuautla, en el estadio de la unidad deportiva Isidro Gil Tapia de la Heroica, con los goles de Rafael Jurado Cárdenas, al seis, y autogol del debutante, Alan Emmanuel Vidal Solís, al diez, con trabajo arbitral de Adalid Maganda Villalva, quien sacó tres tarjetas, para los visitantes Jorge Luis Pastrana Ruiz al 80 y Arturo Hernández González al 87, y por los locales, Rafael Jurado Cárdenas al 52, en un partido que se llevó por los cánones de lo deportivo, los verdes prácticamente resignados a la derrota y los locales, con la victoria como la gran aliada, gracias a que se hicieron las cosas de la mejor manera.

Por cierto que el portero de los verdes fue el cuautlense, Leonardo Daniel Pérez Díaz, quien viene de los Pumas de la Universidad, igual que Arturo Hernández González, y los dos estuvieron los 90 minutos, igual que Jorge Luis Pastrana Ruiz, quien regresó al equipo, pero no hay explicación para que, a su mejor delantero, Mario Hernández Calderón, el ex americanista, José Alberto Moreno Galindo lo mandara al banco, y lo dejó entrar hasta el 58, en lugar de David Chávez Miranda, pero todo lo demás se perdió, cuando que debió estar de inicio, al lado de Pastrana, si se quiere, pero son los entrenadores los que inventan el hilo negro y cuando se equivocan los equipos fracasan.

La ventaja es que por delante se tiene al conjunto del Deportivo Nueva Chimalhuacán que es de lo peor de la contienda, por lo que ahí se espera que tanto Pastrana como Moreno, jueguen juntos, lo que debe ser, sin embargo, ante los arroceros se dieron las precauciones de más y lo único que se logró fue que el cuadro perdiera 2-0, con goles que se dieron en los instantes de arranque del evento, y el mensaje desde el banquillo tardó hasta 13 minutos de la segunda etapa para que llegara, y los jugadores tuvieron que defenderse con lo que se tenía en existencia, sin tener el respaldo del entrenador, Mario Hernández Calderón, que ya llevó a la escuadra a tres cotejos sin saber lo que es el hacer un gol, dos en la final del torneo de apertura y el cotejo inicial de esta clausura.

Los verdes, en el cotejo dominical, deben salir con banderas al aire, puesto que cuentan con mejores argumentos, y es ahí la ocasión de tener un esquema que sea más ofensivo, porque ante los cuautlenses, buena parte del duelo, se fue trabajando con un delantero, por lo que así es sencillo controlarle, pero se toman precauciones de más y ahí están las consecuencias, no se lleva nada a casa, pero existe la tendencia de que las defensas sean con cinco elementos, en lugar de cuatro, con un par de carrileros que no siempre tienen el fuelle suficiente para lanzar la ofensiva y regresar a defender la parcela, por lo que se dejan los espacios por donde entran los delanteros con facilidad para generar peligros.

Por Ignacio Cortés Morales