ZIHUATANEJO, GRO.- Las Águilas del América vencieron 4-0 a los Lobos de Zihuatanejo, en el estadio del lugar, con tres tantos de Juan Jupamea y uno de Said Rosas, y con este resultado regresó a la senda de los cuatro más destacados con 23 guarismos, después de que a media semana perdió su partido, 3-2, en territorio guanajuatense, ante el Jaral del Progreso, en un duelo raro, porque se tuvieron las oportunidades, el dominio del balón, y el local llegó, hizo de las suyas y se llevó el éxito sin duda que fue una derrota dolorosa porque no fue ante uno de los mejores escuadrones del torneo, pero deja la lección de que se tiene que trabajar fuerte y contar con una infraestructura sólida a lo largo de los 90 minutos, porque los parpadeos terminan por cobrar factura, como sucedió a mitad de semana, pero se recuperó el terreno con este 4-0, aunque fue contra el cuadro que se encuentra en la posición 13 de 15 y que sólo lleva cinco unidades, con un triunfo y con esta derrota llegó a diez en su cartelera, más los que se acumulen, porque no tiene ninguna forma como escuadrón.

Resultados

En los resultados que se tienen de la jornada 14, en el grupo ocho, empate a tres entre el Salamanca y el Jaral del Progreso que, al parecer, quiere salir de las últimas posiciones, además de que Limoneros de Apatzingán igualaron sin anotaciones con los Gallos Blancos del Querétaro, las Águilas del América 4-0 a los Lobos de Zihuatanejo y el Deportivo San Juan del Río 0-5 con los Toros del Atlético Celaya.

El conjunto de las Águilas del América Zihuatanejo está dirigido por el entrenador morelense, Marco Antonio Pimentel, quien está haciendo un excelente trabajo, por lo que no se duda que estarás en las finales, con todo y que el arranque fue terrible, nada salía, pero el cuadro está de regreso y estará en la fiesta con todos los honores, dado que su labor ahí está, y el juego del cierre será espectacular, frente a los Generales de Navojoa, el domingo 18 de los corrientes, a las 12 horas, en el estadio Venustiano Carranza de Morelia, Michoacán.

Por Ignacio Cortés Morales