CUERNAVACA, MOR.- El séptimo enfrentamiento que tendrá el morelense, Brian González, en el boxeo profesional ya tiene fecha y lugar, será el tres de febrero en Tlalnepantla, Estado de México, y no el 27 de enero en Tijuana, como se tenía en principio, de acuerdo a los informes proporcionados a este medio por su señor padre y entrenador, Narciso González Rossano.

Narciso González, quien representó a México en los Juegos Olímpicos de Barcelona, España en 1992, y después tuvo una carrera en el profesionalismo, hasta que se dedicó a entrenar jóvenes, y su hijo, Brian, se convirtió en un gran talento, tanto que en los nacionales de Olimpiada fue toda una estrella, ganando varias medallas para Morelos, pero el ciclo terminó, después de probar el extranjero con el equipo mexicano y la mayoría fueron triunfos, pisando casi todos los continentes, hasta que se decidió por el pugilismo de paga, en donde ya lleva seis combates, todos dentro de la divisional de los súper plumas, cuatro de ellos en cuatro asaltos y dos en seis, la última pelea fue en casa, en el estadio Centenario, en donde fue aclamado por la multitud, en programa de TV Azteca, en donde empieza a despuntar como uno de los grandes elementos con gran futuro en los encordados.

Brian lleva seis combates, y de acuerdo a la información proporcionada por su entrenador, en los primeros cuatro se tuvieron pleitos a cuatro episodios, y en los dos recientes ya fueron a seis, todos en la categoría de los súper pluma y en el combate que será el tres de febrero se continuará a seis y en la misma categoría, y así se esperan dos o tres reyertas más, para después dar el salto a los ocho episodios, y de continuar con la victoria como compañera, se estará hablando de diez al final de este año o al principio del que entra, que es cuando se puede pensar en las grandes hazañas, pero siempre llevado poco a poco, sin precipitaciones que pudieran truncar lo que se está llevando con la vía del éxito y pensando en cosas realmente grandes, como la internacionalización y los títulos mundiales.

Por Ignacio Cortés Morales