CIUDAD DE MÉXICO. La nadadora morelense, Patricia Valle Benítez, estuvo a nada de quedarse fuera de los Juegos Paralímpicos que se tendrán en Río de Janeiro, Brasil, por cuestiones de pasaporte, dado que el documento debe tener una antigüedad de seis meses y para el momento de la justa el de la sirena tendría siete, pero ayer quedó resuelto el punto y hoy se adquirirán los boletos de ella y de su equipo para estar en la competencia en tierras cariocas, en la justa veraniega, la más importante dentro de las actividades deportivas de los atletas, además de los mundiales de cada especialidad.

Por lo pronto, el sofocón ya fue arreglado y ahora a seguir con el trabajo previo a los Juegos Paralímpicos, que, para la morelense, serán sus sextos en el orden, y donde espera salir con banderas al aire, como ha sucedido en los anteriores, lo que se debe a su talento y a su trabajo serio, fuerte, ordenado, organizado, gracias a su equipo que está encabezado por el también morelense, Fernando Gutiérrez Vélez, quien es su entrenador y ha trabajado en serio para bien de la nadadora ganadora de Olímpicos, mundiales y quien ha impuesto varias marcas mundiales que han pasado años para ser derribados.

Hoy deben comprarse los boletos para que la morelense esté presente en la competencia de Río de Janeiro, en Brasil, dado que se ganó su lugar en base a esfuerzo, a sus tiempos y sus triunfos, y ya resuelto el detalle del pasaporte, todo camina sobre ruedas, y allá se le espera como una de las atletas que más Juegos Olímpicos tiene sobre sus espaldas, y está en los sextos, en donde la contienda será más difícil, como que las categorías van disminuyendo y por ello se tiene que enfrentar a rivales que tienen un menor grado de discapacidad, y se acepta, así están las reglas, así son y así se toman, y así se vencen.

Patricia Valle Benítez

Si es una campeona dentro de la alberca, lo es más en la vida, en donde todos los días libra batallas y las gana por ese espíritu indomable que le es inherente, con el que nació y con el que vive en cada momento de su existir, y no se rinde y va por más, y esa sonrisa de siempre en los labios, y esa alegría que contagia, no la pierde ni en los peores momentos de la vida, lo que le hace un ejemplo para la humanidad, y es morelense, es de la tierra de Zapata, y de aquí se proyectó para el mundo, al que pertenece, el que se le entrega siempre que participa en las justas deportivas y que habla para ser certera.

Por Ignacio Cortés Morales