Ciudad de México - La calentura del primer capítulo de la final del apertura 2016 no se quedó en el terreno de juego pues en los vestidores hubo reclamos, gritos y todo tipo de señalamientos entre los protagonistas del partido.
El portero de Tigres, Nahuel Guzmán, fue quien más reclamos lanzó a algunos jugadores del América luego de culminado el encuentro, pues fue uno de los elegidos para ir al doping junto con Enrique Palos y fue ahí donde explotó al encontrarse con los jugadores de América.
Oribe Peralta y Paolo Goltz recibieron los reclamos del arquero argentino, quien luego de expresar su molestia bajó al vestidor y pateó una de las puertas entre insultos y maldiciones, lo que produjo que el comisario de partido le pidiera calmarse aunque solo sirvió para que despotricara aún más.
Guzmán tuvo que ser tranquilizado por algunos compañeros y los utileros del equipo, por lo que no pasó a mayores y todo quedó en gritos y reclamos.
Por Geraldine Chávez